Conducir con niebla

¿Cómo se produce la niebla?

La niebla es una nube prácticamente en contacto con el suelo, en las que las partículas de agua han quedado en suspensión por la condensación al encontrarse dos elementos a diferente temperatura. Por ejemplo, una masa de aire frío en contacto con el mar, un lago, o cualquier masa de agua a temperatura más caliente, o una masa de aire caliente que se encuentra con aire frío a medida que se desplaza subiendo una montaña.

En España, la aparición de la niebla es más frecuente durante los meses de diciembre y enero.

Atención a la visibilidad y la posible pérdida de adherencia al #conducir con #niebla Clic para tuitear

Ya que la niebla está formada por pequeñas partículas de agua en suspensión, al conducir con niebla, dos factores importantes a tener en cuenta serán la visibilidad y la posible pérdida de adherencia.

5 claves para conducir con niebla

  1. Utiliza el alumbrado de tu vehículo para ver y ser visto.

    Con niebla ligera con las luces de posición más las de cruce o corto alcance y las antiniebla delanteras si las tienes instaladas, será suficiente.
    Si por el contrario es una niebla densa, será obligatorio utilizar la luz antiniebla trasera. No te olvides de apagarlas cuando la niebla disminuya, ya que es una luz roja muy intensa que podría deslumbrar a los otros conductores.
    Las luces de largo alcance o carretera no están prohibidas, pero sí se desaconsejan porque perjudican la visibilidad ya que la luz rebota en las partículas de agua y hacen efecto pantalla.

  2. Disminuye la velocidad

    No importa si conoces la carretera o no, disminuye la velocidad dependiendo de la visibilidad que tengas, para adecuarla a las circunstancias de la vía, en este caso, conducir con niebla. Disminuir la velocidad te permitirá ver y reaccionar a tiempo ante un imprevisto.

  3. Aumenta la distancia de seguridad

    Ya que la visibilidad disminuye y la distancia de frenado será mayor al poder estar húmeda la carretera, aumenta la distancia de seguridad con el vehículo que te precede, para que en caso de frenado brusco, tengas tiempo de detener el vehículo a tiempo.

  4. Detente si es necesario, no siempre hay que conducir con niebla.

    Un truco, cuando hay poca visibilidad al conducir con niebla, es guiarte por las líneas que delimitan la carretera y hacerlo lo más a la derecha posible.
    Pero si la visibilidad llega a ser prácticamente nula, detente en un lugar seguro fuera de la calzada y fuera del arcén, hasta que la niebla sea menos densa.

  5. Préparate para la ocasión

    Infórmate de las condiciones metereológicas cuando vayas a circular. Si sabes que existe la posibilidad de conducir con niebla, prepara el vehículo y preparate tú.
    Mentalízate de realizar una conducción tranquila, sal con tiempo y conduce sin prisas.
    Utiliza el sistema antivaho si se empañan los cristales y el limpiaparabrisas para tener la máxima visibilidad.

Conclusión:

Si no estás acostumbrado a conducir con niebla, es normal que te sientas un poco intranquilo e inseguro al principio. Sigue estas 5 claves y aumenta tu nivel de atención.

Cuando te des cuenta ya habrás llegado a tu destino o la niebla se habrá disipado.

#QueTusMiedosNoTeLimiten

Pin It on Pinterest

Share This