Nuestro diálogo interno diario contribuye a construir cómo interpretamos y que opinión tenemos de lo que sucede a nuestro alrededor. Este diálogo interno puede estar condicionado por pensamientos racionales, normalmente positivos y por lo tanto saludables ya que nos proporcionan bienestar y optimismo, o por pensamientos irracionales o distorsiones cognitivas, generalmente negativos que nos pueden a la larga enfermar (depresión, adicciones,ansiedad,…). Son pensamientos que aparecen casi de manera automática en nuestro cerebro y a través de los cuales vemos y percibimos nuestra propia realidad.
Aaron T. Beck y Albert Ellis, percusores de la terapia congnitiva, coinciden en que estos pensamientos irracionales serían los causantes de muchos trastornos que sufrimos a lo largo de la vida.
¿Podría ser uno de estos trastornos la amaxofobia? ¡Descúbrelo!
Respecto a la amaxofobia, detectar los pensamientos irracionales que tengas hacia la conducción y saber cómo modificarlos, te puede ayudar a ver el miedo que tienes a conducir de otra manera.
Seguidamente verás 13 de los pensamientos irracionales y como combatirlos para poder superar la amaxofobia.
-
El Filtraje:
Es cuando nos enfocamos únicamente en un solo aspecto de una situación, normalmente negativa y obviamos todo lo demás. «Conducir es agobiante», «No soporto conducir».
Para cambiar este tipo de pensamientos, hay que centrarse en cómo afrontar el problema que sientes al conducir, cambiar las palabras y frases que utilizas generalmente por otras que no sean tan negativas: «Puedo hacerlo», «Puedo soportarlo», «No es tan terrible».
Si es por miedo a los peligros que te puedes encontrar al circular, centrarte en el vehículo como un espacio seguro que te protege y piensa que las vías por las que circulas están diseñadas para ser seguras. -
Pensamiento polarizado:
Es te tipo de pensamiento podríamos resumirlo con la frase de «todo o nada», pensamientos extremistas donde no existe el término medio, «o conduzco perfectamente o ni cojo el coche», «las cosas solo pueden ser buenas o malas».
¿En serio?
El ser humano y las situaciones a las que nos enfrentamos son mucho más complejas que un «blanco o negro».
Un truco sería intentar pensar en porcentajes: «Lo he hecho bastante bien un 70% y en un 30% me he sentido mal». -
Sobregeneralizado:
Generalizar sobre una situación por un hecho puntual que nos ocurrió en una ocasión. Utilizar palabras con significado absolutos como: Todo, siempre, nunca, solo, etc. «Todos los conductores son unos impacientes», «Siempre me pitan en los semáforos», «Nunca voy a saber aparcar bien».
¿Todos?, ¿siempre?, ¿nunca?
Si analizas las frases verás que no son ciertas, ¿realmente te pitan cada vez que sales de un semáforo?
Seguro que no, así que será más correcto utilizar otras palabras como: A veces, algunos, a menudo, etc.
Analiza si realmente estas frases que utilizas son absolutamente reales. -
Interpretación del pensamiento:
Interpretar e intentar adivinar lo que piensan otras personas sin tener ningún fundamento. «Seguro que piensan que soy muy torpe conduciendo». ¿Tengo alguna prueba real de que esta afirmación sea así? Nada más lejos de la realidad que intentar interpretar o incluso adivinar lo que los demás piensan de ti.
-
Catastrófico:
Personalmente creo que este es uno de los pensamientos irracionales estrella relacionados con la amaxofobia. Pensar de manera anticipada y exageradamente que siempre nos pasará lo peor, «Si conduzco tendré un accidente».
¿Qué posibilidad real hay de que suceda este pensamiento catastrófico?
Conduciendo de una manera tranquila y segura se minimiza mucho el riesgo de sufrir un accidente.
Imagina que no saliéramos a la calle por miedo a que nos cayera algún objeto desde un balcón. La posibilidad existe, y no está demás tener precaución los días de mucho viento por si pudiera caer algo. Pero sin exagerar, ya que este miedo no te debe condicionar tu día a día, que es lo que sucede cuando tienes miedo a conducir.Pensamiento catastrófico en la conducción: Pensar anticipadamente que siempre pasará lo peor Clic para tuitear
-
Personalización:
Pensar que el comportamiento de una tercera persona está relacionado con nosotros, «El conductor de atrás se acerca mucho porque debo ir lento». ¿Qué pruebas tienes de que sea así? Quizás tiene prisa, quizás está acostumbrado a circular sin respetar la distancia de seguridad. Cada conductor tiene su forma de conducir más o menos correcta y no tiene porqué estar relacionado con nosotros.
-
Falacia del control:
Quien tiene esta distorsión cognitiva, tiende a pensar que todo lo que ocurre alrededor es responsabilidad suya o que todo lo que sucede es responsabilidad del destino y nada puede hacer por cambiarlo:
Ni una cosa, ni la otra. Encontrar el equilibrio entre las consecuencias de nuestros actos y a la vez reflexionar sobre qué decisiones podemos tomar para cambiar lo que no nos gusta.
Qué te ha llevado a evitar conducir y qué puedes hacer para afrontar poco a poco tus miedos, sería un buen ejercicio que hacer, ¿no crees? -
Falacia de la justicia:
Esta basado en un sutil chantaje de lo que debería o no debería ser según nuestro juicio. «No es justo que me agobien los demás conductores, no deberían conducir así», «Deberían conducir más despacio, sería mejor para todos»
Diferencia si realmente son preferencias personales o justicia. A veces estas afirmaciones pueden esconder carencias personales, que te sientas agobiado por los demás conductores podría ser por la inseguridad que sientes al conducir y no tanto por su comportamiento. -
Razonamiento emocional:
Tomar nuestras emociones como verdades, «Me siento estúpido, por tanto, soy un estúpido».
Lo que sientas en un momento determinado no determina lo que eres. Lo que sientes depende en gran medida de lo que piensas, si te sientes torpe cuando conduces, no significa que seas torpe, simplemente te sientes de esta manera porque puede que no disfrutes de la conducción. -
Culpabilizar:
Culpar tanto a los demás como a nosotros mismos de nuestra situación.
Respecto a culpar a los demás, cada persona es responsable de sus decisiones independientemente de lo que nos intenten influenciar las personas que tengamos alrededor, «tengo miedo a conducir porque tal persona me critica cuando lo hago», nuestra actitud ante estas críticas serán nuestra responsabilidad.
Y respecto a nosotros, deberíamos ser más flexibles, hablarnos y tratarnos con compasión y con cariño, igual que lo hacemos con nuestros seres queridos. -
Perfeccionismo:
A veces nos auto exigimos demasiado y esto nos crea una carga emocional extra, «No puedo cometer ningún error cuando conduzco». Esta bien esforzarnos y hacer las cosas lo mejor posible, pero si buscamos la perfección quizás nunca la encontremos.
¡Tenemos derecho a equivocarnos!
No es necesario ser tan exigentes con nosotros mismos. -
Tener razón:
Sería un tipo de distorsión en la que nos encerramos en un pensamiento sin atender a razones sobre los que nos diga nadie más.
Informarte y escuchar más opiniones te harán ver las cosas desde más puntos de vista, mientras más diversidad, más abrirás tu mente, y quizás contemples alguna posibilidad que antes no habías pensado para poder solucionar tu problema. -
Negación:
Negar que tenemos un problema ante una situación es engañarnos a nosotros mismos, «No conduzco porque no lo necesito, si quisiera, lo haría».
El primer paso para superar y poder afrontar la amaxofobia es admitirlo.
En definitiva, ser más flexibles, más compasivos, menos exagerados, cuestionarnos estos pensamientos irracionales que aparecen de manera automática, analizarlos si realmente son así y tomar conciencia de las afirmaciones que hacemos tanto hacia los demás como hacia nosotros mismos.
Ten en cuenta cómo piensas para poder transformar lo que sientes y así poder conseguir conducir sin miedo.